AMOR PROHIBIDO - ESPECIAL SAN VALENTÍN

Con motivo de la llegada de San Valentín a nuestro instituto, os traemos una historia de amor no correspondido. ¿Te atreves a leerla?

Ya sabemos que las cosas que a veces nos pasan son por andar de curiosos, como lo que hace muy poco tiempo ocurrió, por una decepción de una persona que por respeto no pondré su nombre, ella estuvo jugando con los sentimientos de un gran amigo mío, por lo que él…

-Oye Charly, necesito que me hagas un grandísimo favor.

-A ver dime de que se trata.

-No sé si recuerdas a Daniela.

-Sí,¿qué pasa?, ¿por qué tanto misterio?.

-Mira te lo voy a contar en confianza porque eres mi mejor amigo, resulta que Daniela me la estaba jugando , me habían dicho unas amistades allegadas a mi familia que ella se estaba viendo con unas personas en diferentes partes de la ciudad, y que la habían visto con otros muchachos un poco extraños en su comportamiento, yo realmente no hice caso porque yo estaba muy enamorado de ella.

-Como que estabas!.

Pues que paso... la estuve siguiendo a escondidas por un tiempo, pero realmente no veía nada malo con ella y esas amistades, las cuales me habían comentado hasta que una tarde que le pedí que fuéramos al cine, se negó completamente porque según ella se sentía muy mal, pero claro a mí se me hizo un poco extraño porque de fondo escuche una voz que le decía “ date prisa que vamos a llegar tarde”, y me colgó.

Entonces me fui rápidamente a su casa y cuando iba llegando salió acompañada de un tipo delgado de pelo largo y ropas oscuras, y los seguí sin que se dieran cuenta, bueno eso pensé hasta que él se giró hacia donde estaba y me lanzo una mirada de burla. Así pasé un buen rato hasta que llegaron a una casa grande de dos pisos muy bonita, tenía un aspecto retro la fachada de la misma.

Me escondí lo más cerca del lugar, y después de un rato comenzaron a llegar otras cuatro personas, venían en pareja. Eso se me hizo todavía más raro. Me escabullí entre el jardín y por la parte y trasera me adentré por una ventanita la cual estaba abierta por pura suerte, los busqué discretamente por la casa, hasta que unos ruidos me llevaron a una puerta que daba como a un sótano. Al estar adentrándome más y más, escuchaba como si estuvieran rezando, o cantando la verdad no lo sé, pero todo fue tan rápido...

Cuando por fin vi lo que estaba pasando sentí un golpe en mi cabeza, me desmayé y desperté en mi cama.

-¿Como puede ser eso posible? A lo mejor estabas soñando...

-No, eso quieren que piense porque, se me quedó grabada esa escena. Estaban todos completamente desnudos frente a  una imagen oscura, y a Daniela la tenían postrada a sus pies, eso  es lo que recuerdo y no creo que haya sido un sueño todo fue tan real... y esta marca en mi mano derecha.

-¿Cuál marca?

-Esta que parece una mancha oscura, ¿cómo me explicas esto?

-Y a todo esto ¿qué necesitas de mí?

-Quiero que me acompañes a esa casa y demostrar que no fue un mal sueño.

-Paso más tarde, voy por mi cámara y unas linternas.

Después de un rato lo tenía fuera de mi casa para dirigirnos a esa mansión. Cuando la reconoció tuvo una expresión de alivio.

-Mira es esa te lo dije, vamos a entrar por esa pequeña ventana por la cual la noche anterior entré. ¡Mira esa es la puerta!

Cuando estuve frente a esa puerta sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo, anunciando por adelantado que algo malo iba a pasar.

Con cámara en mano y las linternas ya encendidas nos armamos de valor y comenzamos a bajar por esas escaleras tan fúnebres. Cuando estábamos ya en ese lugar tan frío y oscuro, comenzaron a fallarnos las linternas, por lo que usamos la cámara para ver por dónde caminábamos, y en ese momento se encendieron las luces. Pero, ¿cuál fue nuestro asombro? todo estaba con un aspecto muy deteriorado y manchas en las paredes, no sé si era sangre pero lo parecía, y frente a un altar estaba tirada una prenda, la cual al verla la reconocí.

-¿Qué es esto?

- Es la camisa que me regaló Daniela el año pasado, llevaba mucho tiempo buscándola, ¿Qué está haciendo aquí?

En ese momento una risa macabra se dejó escuchar, se apagaron de golpe las luces y como pudimos salimos corriendo de ahí. Mientras más nos alejábamos, más cerca y con más fuerza se escuchaba esa risa.

-¿Qué fue eso Charly?

-Pues la verdad que no lo sé. Escuché que murmuraban algo pero no entendía nada.

La mañana siguiente me habló mi amigo para enseñarme la grabación y nos quedamos asombrados.Se veían personas inertes como en trance, ahí paradas observándonos. Y cuando enfocamos al altar, una sombra humana y oscura señalaba a mi amigo. En ese momento se escuchó su teléfono. Cuando contestó, quedó completamente petrificado. Le pregunté:

-¿Qué pasa?

Cuando pudo hablar salió un soplo de palabras, sin sentido.

-Est.. sstt. Esta.. mu.. mmrt… muerta

-¿Qué?¿Quién?

-Da,, dni.. Daniela..

-¿Estas seguro?

La llamada todavía estaba en proceso,levanté el teléfono y me lo puse en el oído para escuchar esa risa macabra una vez más diciendo " tu amigo es el siguiente"...

Después de un tiempo enfermo de gravedad logró salir del problema, pero no se recuperó completamente.

Una tarde estando fuera de su casa pasó un hombre, un poco inusual. Y él, al verlo me dijo: " Es él, es el que estaba ese día con Daniela"

  -¿Estás seguro?

-Si, es él.

Entonces lo seguí y al estar frente a el, solamente me sonrió maquiavélicamente y me dijo: " no murió tu amigo, tuvo suerte porque él no lo va a dejar en paz"

-¿Cómo que no lo va a dejar en paz?¿A qué te refieres?

Me miró fijamente pero ya no era él. Sus rasgos faciales eran otros. Entonces, salió de su boca esa voz que reconocí de inmediato. Era ella, Daniela, me decía : “ayúdame por favor, él me juró que siempre lo tendría a mi lado, hice un pacto de sangre para que me amara por siempre”.

-¿Qué? Pero si él te amaba mucho,¿ por qué lo hiciste? Ahora el también está condenado.

-“Dile que queme todos los regalos que le hice con sal, solamente así podrá estar bien. Dile que me perdone, fui una tonta”.

En ese momento se desvaneció esta persona, asustado me retiré de ahí, le conté lo sucedido a mi amigo e hicimos lo que me pidió Daniela. Al poco rato, mi amigo mejoró y después de un  tiempo ya no recordaba nada de lo que sucedió...

Fui a visitarlo y quise saber si realmente se acordaba de ella.

-¡Hola! ¿Cómo estás amigo?

-Ya estoy mejor.

-Qué triste lo que le pasó a Daniela...

-¿¡Daniela!? No sé quién es Daniela

Me sonrió de una forma rara y de pronto salió de él esa risa macabra...